Ahora que paso la etapa de niña a mujer, trato de comprender todo, todo lo complicado que no note cuando era pequeña. Ahora solo me doy cuenta más de las cosas malas de mi infancia, dejando las buenas a un lado. Mientras yo jugaba con mi muñeca mis padres peleaban al otro lado de la habitación, mis hermanos mayores me hacían pagar que fuera la mas consentida, no recibía la atención que necesita una hija de sus padres y me pasaba las noches llorando por la mascota que mi madre alejo de mi, que yo llamaba amigo.
Tengo grabados muchos recuerdos en mi cabeza, recuerdos que son imposibles de olvidar. Me pregunto si alguna vez fui realmente feliz, desde pequeña solo me rodea el odio, la envidia, la ambición, la venganza. Mi hermano me ha demostrado lo mucho que me desprecia desde el día en que nací (envidia), mi hermana demuestra lo poco que tiene de voluntad al amenazar con cosas que no teme llevar a cabo o con golpes que me he aguantado por ser menos agresiva que ella (venganza), mi madre como ya lo he mencionado solo se preocupa por conseguir un hombre que la libere de la tristeza que cree solo lo puede lograr un desconocido con dinero (ambición), y mi padre, bueno, mi padre solo ha sido la mejor razón por la que deseo con todas mis fuerzas ser el primer buen ejemplo de esta desunión que llamamos "familia". Todos tienen algo en común, mas bien tenemos, por que con el paso de los años, al ser testigo de estas injusticias, de estos malos ejemplos, yo he sido la que se ha tenido que guiar a si misma, y por esa razón a la que más "odio" le han regalado los anteriores.
El hogar puede ser una parte difícil, la mayoría de las veces (en mi caso siempre) podemos sentirnos solos y a la deriva. Los que conviven contigo a diario pueden llegar a ser los que más daño te hacen, los que pueden destruir la poca paz que has logrado en un día. No se por que cada vez que estoy con mi familia termino molesta y con ganas de estrangular a alguien. Ni siquiera sé si se le puede llamar familia, creo que solo es algo genético y por necesidad, no se han tomado la molestia de conocerme, ni yo tampoco tengo razones para hacerlo, así que estamos a mano.
Ahora, el colegio, la preparatoria, el liceo, lo que conocemos desde pequeños como el lugar donde se nos educa y enseña, en algún momento llega a ser una pesadilla. Soy de las que detesta criticar, con todo el sentido de la palabra, y me muerdo los labios de la rabia cuando soy espectadora de tan ridícula acción, un mal comentario tiene la capacidad de arruinar la autoestima de alguien, de aumentar las inseguridades o incrementar el odio hacia la vida. Sobretodo si lo escuchamos de la boca de alguno de nuestros "amigos". Pésimo es que sea físico, que aunque no he presenciado nada como eso, es una realidad, muchos jóvenes están siendo maltratados injustamente por una "diversión".
Es increíble cómo un comentario tan estúpido puede hacerme tanto daño. Diariamente tengo que soportar como son agredidas las personas en el liceo y como mi madre apoya que mis hermanos me hieran verbalmente. Lo peor de todo es que no se dan cuenta del daño que hacen, y quisiera, pero no se cómo combatirlo, duele tragarse las palabras pensando "no vale la pena" "no entenderán".
El punto es que por muy mala situación que estés pasando no te rindas, no permitas que quiebren tu paz, tu plenitud, tu tranquilidad, tu felicidad. Mantente firme y con ganas de acabar con todo eso que te pone los ojos llorosos, no te conviertas en uno de ellos, de los que solo esta lleno de odio, por que el odio es tormentoso y al final puedes terminar haciendo lo que no podías evitar que te hicieran. Aunque las personas se comporten como si fueras menos importante y te traten como basura, tu mejor manera de dar una lección es sonriendo y superando. Por que si algo ganamos de todo esto es valor, fuerza y sobretodo esperanza. No te dejes vencer por mucho que cueste crecer.
Recuerdo mi infancia, era tan solo una niña y todo era muy simple, tenía una familia, a mis amigas y a mi mascota. Ahora me pregunto si todo por lo que he pasado merece la pena, si tanto ODIO, RABIA, tanta DUDA, vale la buena persona que trato de ser.
Natalys Abreu