martes, 6 de marzo de 2012

En veinte años

Primeramente me disculpo, por haberles hecho esperar tanto, creo que por tratar de buscar la perfección del escrito acabe sin inspiración ni ideas en mi mente. Y es que lo maravilloso no se puede planear, podría escribirlo de mil maneras pero de mi no depende el éxito del escrito. Lo bueno surge espontáneamente. 

Al terminar, me gustaría que escribieras en los comentarios o me enviaras un correo de como te ves en veinte años, si no es mucho pedir. Me ilumino con los sueños de cada persona, no importa que tan exagerados o locos sean, por algo se les dice "sueños" y no temas en compartirlo conmigo.

Debo admitir que han pasado meses desde la última vez que escribo en mi diario, tal vez sea el relajo de no tener que escribir sobre mis días tan cotidianos y aburridos, o quizás he dejado de ser la misma de antes, a diario me lo pregunto. La soledad ya desde mucho no la siento, y no se si será bueno o malo, es algo que me preocupa, ya no siento la necesidad de desahogarme con la escritura, es fácil que surjan las palabras, pero el hecho es que no son con sentimiento. Me he vuelto mas fría y vacía cada día que pasa.

Solo pienso ¿quien demonios soy? puedo perder la paciencia en cualquier momento pero no la cordura, puedo reír y reír a carcajadas pero aún lloro por dentro, puedo quererlos a todos a mí alrededor pero no falta que haya algo que odie de ellos. Sé que no soy la persona más positiva del mundo, y que a veces se nota mi falta de entusiasmo, sin embargo por dentro mantengo la esperanza. Si, la esperanza puede hacerte sonreír imaginando tu vida perfecta, pero la vida no es perfecta, y nunca lo será, por esa razón no me rindo, por que no creo que "ese sueño que tengo de mi misma en el futuro" es demasiado bueno para hacerse realidad, no. No lo hago, por que los sueños sí se hacen realidad, quizás no del todo pero si hay momentos a lo largo de nuestra vida en que nos felicitamos y decimos ¡lo lograste! 

Si la situación me lo permite, no dudaré en ser Veterinaria. Me veo a mi misma en veinte años dirigiendo los asilos de animales que me he propuesto a crear desde que tengo memoria. De pequeña decía que recogería a los perros callejeros en una camioneta para luego cuidarlos. No es muy diferente a mi meta de ahora. Tengo la esperanza de que en veinte años todos (incluyendo a los animales) sean tratados con respeto y cariño, tal y como debe ser. Me veo a misma siendo mucho más segura, y estando orgullosa de leer el libro que me propuse terminar a los dieciséis. Tendré mi propia página web en la que escriba más frecuente y que les comente a diario las locuras que hizo mi mascota mientras yo estaba en el trabajo. En veinte años seguiré siendo tan unida como ahora con mis mejores amigas, iré a las funciones de ballet de mi amiga que se dedica a bailar en su tiempo libre, escuchando las historias de la que quiere ser psicóloga y que para entonces lo será, felicitando a la que aún no sabe a que dedicarse, por escoger aquella profesión que todavía no tiene idea que escogerá y que la llevo al éxito por haber tomado la mejor decisión. No me imagino comprometida o con hijos, por la simple razón de que el amor es impredecible, nunca se sabe que pueda pasar y menos si yo me quiera involucrar. Me veo a mi misma recorriendo el mundo, yendo a los lugares más hermosos que existen, y no me refiero a los mejores hoteles y sitios más lujosos, si no a los paisajes llenos de animales y ecosistemas que solo he visto en Discovery, que siempre he querido conocer, quizás eso sea lo único que haga en toda mi vida, por que estoy segura de que lo voy a lograr. Me veo a mi misma tomando un chocolate caliente (por que detesto el café) con cada una de las personas tan maravillosas que tuve la suerte de conocer por Internet, para saber que ha sido de ellas los últimos veinte años. Pasare los momentos que siempre debí pasar con mi familia, uniéndonos como siempre debió ser. En veinte años habré perdonado a mi padre, sin embargo su pareja siempre será solo una conocida para mí. En veinte años mi hermano menor (hijo de mi madrastra y mi padre) podrá decidir sí recuperar el tiempo perdido como "hermanos" sin que ella se lo impida. En veinte años seguiré siendo yo misma, la única diferencia es la experiencia que tendré para entonces, seguiré siendo la misma soñadora, precavida, pero mucho más despreocupada por lo que pueda pasar, por que en veinte años habré logrado la mayoría de las cosas que me he imaginado, y para entonces, podre decir por experiencia propia que los sueños si se hacen realidad. 

No importa como te veas en veinte años. No te rindas, lo lograrás. 




Natalys Abreu