sábado, 31 de diciembre de 2011

El mejor año

Sé que este año cambie de parecer muchas veces, me deje llevar por las apariencias, pretendí ser lo que los demás querían que fuera, desprecie lo que tenia, no me di cuenta de quienes realmente me aman, fui vengativa las veces en las que la rabia se apoderaba de mi mente, irrespetuosa cuando no tenia nada mas que decir. Este año la familia se hizo mas pequeña, pero que con todo eso, nos volvimos mas unidos. Quizás herí a muchas personas intencionalmente, quizás las ayude, sin embargo el caso es que me dí cuenta de mis errores, no siempre tuve la razón, y lo aceptaba.

No tener la razón siempre es una lección, en vez de dejar que el orgullo nos coma por dentro, ¿por que no afrontamos que estamos equivocados? de eso se trata todo esto de año nuevo. Perdonar a los que están realmente arrepentidos, pedir perdón a quienes lastimamos. Expresarles a nuestros seres queridos, a los que siempre estuvieron para nosotros y que se rieron a nuestro lado cuanto los queremos y amamos, no solo con palabras, también con hechos, puede que hasta con un abrazo. 

Agradezco darme cuenta de lo que realmente importa, de los que realmente importan, de que la vida esta para gozarla y no para lamentarse, de aprender de mis errores para no volverlos a cometer. El siguiente año sera distinto, afrontare los miedos que me quedan, cumpliré los sueños que me faltan y amare a los que me aman. Les agradezco a ustedes, por confiar en mi, por tratar de buscar soluciones a sus problemas, por darle una segunda oportunidad a la felicidad.

Feliz año nuevo para todos y un prospero 2012.


Natalys Abreu

jueves, 22 de diciembre de 2011

Me decepcionas

Siempre he tratado de averiguar como mi madre hace para soportar tanto drama en la supuesta familia que tratamos de seguir siendo, el año pasado me mudé con mi padre para tratar de alejarme un poco de todo el lió que ocurría aquí en casa, pero con el pasar de los meses descubrí que por más que intente de escapar del dolor, siempre vuelve. Es simple, es imposible tapar el sol con un dedo como dicen, lo que me refiero es que no se puede dar la espalda a los problemas sin antes afrontarlos, para poder superar lo que cada día te retuerce la cabeza de pensamientos hay que analizarlo y resolverlo lo antes posible.

Sé que quizás no fui muy clara con el párrafo anterior, pero para mejor entendimiento del asunto les explico lo que me ha ocurrido este último año. Habla sobre un caso muy común en las familias actuales que de seguros algunos se identificarán, "la disolución de sus integrantes".

Todo empezó hace aproximadamente cinco años, recuerdo a mi madre investigando y haciendo todo tipo de cosas para aclarar las sospechas de una posible infidelidad por parte de mi padre, típico, y ellos creen que tener a la amante oculta es la mejor decisión que se puede tomar. En fin, obviamente resulto en un frente a frente con la amante o "el cacho" como le decimos aquí, solo escuchaba gritos e insultos de mi hermano y mi madre, mi padre termino yéndose en su auto con "ella" y nosotros nos hicimos muy amigos del silencio los días siguientes.

Llanto, dolor, angustia, rabia, mucha rabia. Palabras perfectas para describir a nuestra familia. La culpa de mi padre intentando de reparar el vinculo con sus hijos invitándonos a salir solo cuando tenía la consideración de acordarse, todos tratamos de poner de nuestra parte y no echarnos a morir, incluso mi hermano. Luego, esas invitaciones incluían la letra pequeña de "ella irá" y en poco tiempo mi hermano dejo anotarse en aquellas salidas "familiares", en las que en este momento yo he decidido lo mismo.

Ya le veía sus intenciones de incluirla en nuestra vida, para así el no tuviera que vivir dos, una menor parte con sus hijos y otra notablemente mayor con "ella". Un error de apresurar las cosas que le costaría a dos de sus hijos. 

Como saben, hace mas o menos año y medio tuve la valentía de aceptar la invitación que mi padre me hizo de mudarme con el, me dije ¿por que no? no la juzgaría hasta conocerla, desde el inicio nos demostró ser una "rompe hogares" pero no me permitiría juzgarla hasta conocerla bien. Al inicio me sentía muy a gusto con la decisión que había tomado, me había vuelto más calmada y feliz, claro, no todo es para siempre. Poco a poco me di cuenta que no era bienvenida, que mi presencia en ese lugar solo causaba problemas y preocupaciones. La "tipa" (como le decimos mi hermano y yo) empezó a hacer todo lo que estuviera a su alcance para que yo no soportara más y tomara mis maletas lo antes posible para enviarme devuelta con mi madre. 

Yo solo pensé "resiste que pronto dejara de hacerte la vida imposible". No dejaba de fastidiarme, humillarme en frente de su familia y conocidos, de amenazarme, de decir que mi madre fue tonta al desconfiar de mi padre, de tratarme como la mucama, y de poner a mi padre en mi contra. Algo tenía esta mujer contra mí, no entendía, ni quería entender, por qué me trataba de aquella manera. Yo no la trataría como la reina, si me veía con mala cara yo tenía el derecho de hacer lo mismo, sí me respondía irrespetuosamente yo simplemente me daría la vuelta y me iría. Mi padre solo me ignoraba la mayor parte del tiempo, hablábamos muy poco, y cuando conversábamos solía ser para sermonear los disgusto que tiene con quien soy. En frente de él yo era sido tratada muy distinto a como cuando estábamos solas. Todo un año me trague mis palabras para tratar de vivir en paz y armonía con aquella mujer, de nada sirvió el sacrificio.

Finalmente me he mudado hace unos cuatro meses con mi madre de nuevo, lo cual adoro, era de esperarse que mi padre me pidiera que me fuera. Recientemente fui a quedarme con mi padre unos días, como suelo hacer para ver a mi medio hermano y para pasar tiempo con mi padre. Acabábamos de llegar de la fiesta navideña del trabajo de mi padre, la mayor parte de la fiesta me la pase jugando dominó con el fotógrafo, típico ¿no? cada supuesto tiempo de calidad con mi padre resultaba el por su lado y yo por el mío. Esa misma noche, como no hice lo que "la tipa" me ordeno con amenazas como "por las buenas o por las malas" termino en la ultima discusión que tendría con ellos. 

Yo solo me acosté en la que solía ser mi cama y trate de calmarme, ella seguía gritando enojada "te fuiste por malcriada" como sí haber vivido con ella hubiese sido lo mejor que me paso en la vida. Simplemente por el hecho de que era la única que no hacia lo que ella deseaba. No iba a darle la satisfacción de pisotearme como lo solía hacer, había madurado lo suficiente como para darme cuenta de lo estúpida y tonta que llegue a ser. Seguidamente mi padre entra a la habitación exigiendo hablarme, la conversación inicio con "tengo muchos problemas con mi mujer por tu culpa", luego de una reseña del miserable año que habían tenido conmigo, a lo próximo entra ella diciendo que no me criaron como debió ser (a golpes, para mi entender) que todo el tiempo estuve durmiendo, irrespetuosa, malagradecida, todos insultos para hacerse sentir mejor con ella misma. Mi padre no dejaba de decirme que a mi nada más me importa mi único bienestar (lo cual no tiene nada de malo) desafortunadamente no es cierto, tuvo el descaro de darme a elegir "cambias o nos dejamos de ver" adivinen cual escogí. Es común que el orgullo de una persona sea lo más alto que tenga, pero cuando se rompe y no te dan la razón sacas todo tipo de insultos para hacer creer que no es cierto, este es el caso de mi padre, no admitía que se había equivocado, y pronto el destino le cobraría caro. La discusión termino en "vamos, Natalys es tiempo perdido". 

Esas eran las palabras que quería escuchar desde hace mucho, para finalmente admitir que "me decepcionas",  manejar a tu hija como un reloj, al que puedes mandar a ajustar cuando este defectuoso, al que atrasas la hora cuando quieras, pero que por más trates de cambiar el tiempo, no puedes, el tiempo seguirá corriendo a su ritmo, y siempre habrán personas que se opongan. Cree que con pagar mi educación (que le estoy muy agradecida) comida y vivienda, podrá comprar mi dignidad y cariño, eso es otro error de nosotros los seres humanos, que cuando algo no marcha como queremos, pensamos que cualquier cosa lo puede solucionar, cuando estamos realmente equivocados. Esa noche no pude dormir.

A la mañana siguiente, me les adelanté a despertar, tomé mi bolso y camine hasta tomar el primer autobús que me llevara lejos de ese lugar en el que todos me hacían sentir odiada y no bienvenida. Alivio, era lo que sentía al llegar a mi casa.

Actualmente no le respondo las llamadas, ni quiero tener ningún tipo de comunicación con ese hombre que cree ser un buen padre, yo lo seguiré amando, no obstante se requiere del arrepentimiento para poder perdonarlo, mientras, no tengo ningunas ganas de hacerlo. No perdonen en vano, en este caso, no vale la pena. Aunque no tenga a un padre a mi lado, tengo seres queridos que me aceptan como soy y que su amor es honesto sin pedir nada a cambio, hay que pensar muy bien en lo bueno que te rodea, darnos cuenta de que existe el doble de cosas positivas ante las negativas, así podremos tomar las mejores decisiones para no amargarnos tanto y poder disfrutar esta vida tan linda y hermosa que hemos tenido la suerte de vivirla. No lagrimas para mi.

Por cierto, mis sinceras disculpas por hacerlos esperar tanto, con todo lo raro que me ha sucedido últimamente no tenía la inspiración para escribir. Mi suerte cambia de un día para el otro, eso lo hace divertido, no se compliquen tanto y VIVAN. Los amo, gracias por ser fieles lectores. 

Si deseas hablar, preguntar, recomendar de qué te gustaría que fuera el siguiente escrito, o comunicarte conmigo solo escríbeme a mi correo Natalys7611@hotmail.com o deja un comentario en mi página del Facebook. Deja tu opinión por favor.

 Natalys Abreu

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Día loco

Era un miércoles común y corriente, me desperté a las cinco para así alistarme para el liceo, fuera se escuchaba un ruido no muy alto, no supe identificar cual era la fuente. Salgo al frió que me recorre la piel mientras camino, y notó unos perros no muy lejos, inmediatamente corro a buscar las llaves y me dirigí hacia ellos. Estaban debajo de un auto, solo se escuchaba el ladrido del mas pequeño, el único cachorro que había, acurrucado de su madre, era de esperarse que se quejaba de la baja temperatura, no dude en tomarlo para calentarlo un poco.

Lo llevo conmigo a la casa, mi madre estaba maravillada por la ternura de aquel animal, le dimos leche pero no quiso tomarla, ella me preguntó varias veces sí deberíamos conservarlo, en tal caso que lo hubiese encontrado "solo" me lo hubiera quedado, sin embargo el tenía una familia, y mi deber era devolvérselo. Lo puse devuelta con su madre y fin del caso.

Al llegar al liceo voy derecho al baño, primero tendría que buscar algo de jabón en el cuarto de limpieza que esta junto al baño de mujeres, volteó la vista y estaban en el tocador unas chicas de algunos grados menos que yo. No le di la importancia necesaria y entró a buscar lo que iba a hacer en primer lugar, detrás he escuchado el fuerte ruido de una puerta cerrarse seguido de unas risas burlonas, yo era la única que estaba dentro. 

No había ninguna señal de luz, por suerte sabía donde estaba el interruptor, encendí velozmente mientras trataba de mantener la calma, recordé que en breve tendría un examen de matemática y entonces me entro el pánico. No llamaría la atención de nadie, de igual forma el mal de las personas aparece cuando más las necesitas, así que me senté a esperar que quizás alguien se acordaría de mi y vendría a buscarme. Escucho la voz de una amiga, grite y grite para que ella se diera cuenta de que estaba encerrada, en vez de buscar ayuda fue directo a decirles a mis otras amigas que yo era la que estaba dentro, solo escuchaba risas y más risas y preguntas como ¿quien te encerró? ¿como te quedaste atrapada ahí? ¿Natalys eres tu? no me explicaba por qué no buscaban ayuda, quede en silencio por un momento para que se dieran cuenta que el asunto es serio. 

Cuando me di cuenta ya tenia los ojos llenos de lagrimas y rojos, se abre la puerta y solo se me ocurre correr al salón de clases, no pude evitar romper en llanto, luego recapacite, no permitiría que me vieran llorando, así que solté muchas risas al darme cuenta lo gracioso de la historia. Pensé "esto solo le pasa a una persona en un millón, y yo estaba tan salada que no cabía dudas que me sucedería a mi" preferí verle el lado positivo y reírme de mi misma. Además, logre hacer la prueba.

Mi conclusión de todo esto es que hasta en los peores momentos, cuando creemos que todo fracasará, debemos ser positivos y acordarnos de que una sonrisa puede arreglar muchas cosas, ponerle un toque de humor al asunto no nos vendría mal, por que puede que al día siguiente nos valla mucho mejor, puede que riamos lo que no reímos hoy o que encontremos lo que siempre hemos soñado, nunca sabemos lo que puede pasar. Si no nos ocurrieran locuras o tristezas la vida seria aburrida. 

Natalys Abreu