domingo, 18 de septiembre de 2011

Un segundo para pensar

Me levanto de la cama que guarda el dolor por las noches, cuando no puedo dormir, y me da la oportunidad de tener al alcance los recuerdos más tristes, obligándome a aferrarme a mi almohada mientras una lágrima recorre mi rostro. No estoy consciente del por qué me hace sentir así, la soledad se expande cuando estoy en mi habitación, y la pasión aparece, para recordarme lo cuanto que deseo ser amada. Ese momento es el único en que soy verdaderamente yo.

Aunque suena inevitablemente deprimente, es lo que disfruto, la soledad. Claro que de vez en cuando me agradaría algo de comprensión, pero eso es lo que realmente extrañara si no llegara a tener. Al estar conmigo misma tengo tiempo para pensar en los problemas que realmente importan, y como ya he mencionado, solo yo me se hallar, si pudiera regresar el tiempo todo fuera diferente. No hubiese pensado dos veces antes de actuar, tampoco le hubiese tenido miedo al amor, debido a que si algo saliera mal, lo único que tuviera que hacer seria regresar hasta eliminar las decisiones realmente equivocadas (errores) y todo fuera color de rosa. 

Pero de eso no se trata la vida, si nos dedicamos unos segundos a analizar por lo que hemos pasado, de seguro existirán  momentos que quisiéramos eliminar, de los que nos arrepentimos, cuando lo que realmente importa es cometerlos. Mirémoslo de esta manera, en el presente es ineludible en lo que nos hemos convertido, por mi parte agradezco ser lo que soy, por todo lo que he pasado, no pido una segunda oportunidad, y si la tuviera no la tomara. Todo lo que suceda en el futuro lo aceptare con una sonrisa, sea terrible o maravilloso. Es un mal necesario.


Natalys Abreu

domingo, 11 de septiembre de 2011

Amor platónico (2da parte)

Inevitablemente los nervios se apoderaron de mi conciencia, ya no había vuelta atrás, el alma que entendía toda mi depresión sin estar al tanto de ello me esperaba del otro lado del corredor, tenía esperanzas de que esa persona me liberara de la tristeza eterna que llevo atada a mi vida, y aquellas eran muy pocas.

Mis palpitaciones ya empezaban a escucharse, reclamando atención. Las palmas de mis manos decidieron además de incomodarme con el sudor en ellas, temblar como si un demente me estuviera apuntando con un arma. La torpeza que muy poco se soma, no tuvo otra alternativa que despertarse en ese momento, no tenía planeado que diría, más me preocupaba que notara mi timidez y quedarme como una estatua con cara de torpe permitiendo que el nerviosismo no me dejara hablar.

No fue muy difícil notar que el parecía estar más nervioso que yo, camine el pasillo que era más largo de lo que se espera, los segundos se convertían en horas. Finalmente lo tenía en frente, siendo testigo de sus hermosos ojos oscuros, cabello castaño claro y sin duda labios irresistibles. Sin tiempo para presentarme se acerco y me ha besado como nunca antes lo han hecho, un beso corto pero muy real, sin poder evitar sonrojarme le respondí con una sonrisa. Eran ilógicos los nervios de ambos, debido a las innumerables conversaciones que teníamos a diario, en cambio estando en el mismo lugar no éramos capaces de tener la misma confianza. Me ha presentado a su madre y su hermana como su novia, ambos decíamos tonterías seguidas de risas y me he atrevido a abrazarlo, al fin conocía a mi amor platónico y necesitaba ese cariño. Yo me olvidaba de que más adelante la hermana de mi madrastra me estaba esperando, agitando las manos para recordarme que teníamos que irnos. Le pregunté si seguíamos como novios, y tuve que irme rápido así que me despedí de la misma manera en que me saludo, su respuesta fue un sí.

El resto del día trate de explicarme la manera en que lo reconocí instantáneamente y seguía sin creer que besé a quien vi por primera vez. Algo me perturbaba al recordar la distancia entre nosotros, nos encontramos por casualidad, no existirían dos oportunidades así, y trataba de no ilusionarme con el que dejó de ser solo alguien ficticio. Yo sabía que todo pasa por una razón, y no era coincidencia haber sentido una conexión al pasar por su lado, esta "causalidad" me señalo quien sería mi primer amor, demostrándome que no está mal querer. Esa misma tarde decidí apartar mi mente realista y ocupar ese espacio con la pasión que retuve en mi interior, para darle una sola oportunidad al "amor", ese que tanto trate de evitar.

Natalys Abreu

martes, 6 de septiembre de 2011

Amor platónico

Como la mayoría ha votado, aquí les traigo una historia de amor. Sí, es mi historia. Solo conocen lo básico acerca de mí, pero me quedan muchas cosas por escribir, montones de momentos por analizar y dejar libres.

A principios de mudarme con mi padre, me refugiaba en mi computadora. Siempre buscando cosas nuevas por hacer, un día conocí un chico por internet. Nos entendimos al momento, y seguimos comunicados por teléfono y chat. Yo solo lo vi como amigo, alguien que no me conocía lo suficiente y que podría decirle todo lo que me sucedía sin vergüenza alguna. No le di mucha importancia.

Se hacía más menuda la comunicación con aquel amigo virtual. En el día me despertaba temprano, iba al liceo, hacia mis tareas y deberes del hogar, lo rutinario. Mientras que en mi tiempo libre solo quería hablar con él, me apresuraba a encender el computador para tener las cotidianas charlas de horas y horas. Sí, nos empezamos a gustar, ambos sabíamos que nos sentíamos atraídos por el otro. Pero era solo algo platónico, más bien ficticio. Yo me percataba de que lo nuestro no se podía, y no me importaba, solo quería hablar con el único que me entendía en esos momentos. No me hice ilusiones. A unas semanas de habernos encontrado por el chat, el me pidió ser novios, no lo creí gran problema y acepte.

Ese mismo fin de semana mi padre llevo de compras a unos familiares de su nueva mujer, y no tuve más remedio que ir obligada. Distraída de lo que me rodeaba, siempre fui de las que parece no estar, sin hablar mucho, pensando y prestando atención a los detalles del entorno, a la conducta de las personas. Alguien robo mi atención en un segundo, como si te distrajeras tanto hasta que te golpeas contra un poste, caminaba en sentido contrario, tuve que voltear y tratar de mirarlo bien sin dejar de caminar, para revisar mi lista mental de conocidos.

Sin duda lo conocía, ¿si no entonces por qué me distraje tanto? lo perdí al instante y la única persona que tenia esas características era mi amigo del chat (Según su foto de perfil). Pero, ¿no estaría yo equivocada? tal vez de todo el tiempo que me dedicaba a hablar con él ya estaba obsesionada, o quizás sucedía como en esas películas, como cuando el protagonista solo piensa en una persona y la ve en todos los rostros. Lo más probable es que ya me estuviera volviendo loca, "existen millones de personas en este mundo, solo es un parecido ¡Deja de pensar en el!" me repetía a mí misma.

Como claro está, no me quedaría de brazos cruzados, la intriga me comía viva. Entonces decidí enviarle un texto a su teléfono diciendo que me parecía haberlo visto. Sin importar que me acusara de lo demente que me había vuelto. Luego responde confirmando que a él le sucedió igual, quede atónita, lo primero que se me ocurrió fue prestarle más atención a los que me rodeaban y empezar a buscar por los pasillos sin parecer una desquiciada. En el próximo corredor estaría el al final, y yo no estaba preparada para lo que sucedería después.

Continuara...        

                                                                                                                    Natalys Abreu